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domingo, 29 de enero de 2017

Herrumbre

¿Qué es la belleza?

¿Qué pasa si hacemos esta pregunta?, cada persona es obvio que va a contestar lo que es para ella, vivimos en una sociedad, donde el concepto de "belleza", se ciñe a determinados cánones, tanto para las personas como para los objetos.
Con los años, he aprendido a valorar el óxido, esa capa de color rojizo que se acumula en algunos materiales. La humedad hace su trabajo y castiga a los metales, con la pátina del tiempo como testigo mudo.


Este viejo cañón ya solo libra batallas contra el tiempo, los temporales y el salitre del mar.
(O Barqueiro) A Coruña.

Lo mismo sucede, cuando hablamos de otras cosas, parece que han perdido valor para sus dueños, pero es preciso mirar con otros ojos.


Una pieza, que hace parte de un conjunto, aunque no se use, sigue formando parte de ese conjunto.


La triste mirada de un vehículo, que ha tenido mejor vida.

 Estas cosas son las que nos recuerdan a su manera que el tiempo no perdona, e implacablemente pasa, dejando atrás una serie de víctimas, que no saben o no han podido defender su dignidad, pero aún así la conservan.


Un viejo camión ruso ЗиЛ (Zil), nos observa y forma parte de la idiosincrasia de la guerra fría.

Lo gastado, lo viejo, puede quedar arrinconado, pero jamás debemos olvidar, que en su momento álgido, todos esos objetos tuvieron una función indispensable para sus creadores, y en definitiva también para sus dueños.


La justicia del sol, la intemperie, y el olvido condicionan los objetos de nuestro entorno.

Cada vez que dejamos de usar un objeto, estamos dando lugar, a que se empiece a mimetizar con el entorno, y se vaya deshaciendo hasta desaparecer, al fotografiarlo, ese proceso se ralentiza, puesto que podemos guardarlo de un modo, que tal vez mañana ya no esté. Somos testigos del cambio, no podemos hacer nada para remediar su fin, pero sí podemos ayudar a recordar que otrora, sirvió para algo. En otra entrada hablaba de ello (Tractores y maquinaria de obras).


El óxido va apoderándose de cada pieza, no importa el color, no importa lo que fue.

Cada parte de los objetos, empieza a empaparse de roña, de tal manera que sin quererlo, comienza a tener otro nuevo color, totalmente distinto al original, que le da una nueva forma y le confiere un nuevo estatus, el de chatarra.


Luces y sombras se mezclan, en un cóctel difícil de ver.

La clave está única y exclusivamente, en los ojos, con los que vemos lo que para otros no tiene "belleza", y nos queda grabado para la posteridad, aunque no volvamos a ese lugar.


A veces hasta lo que creemos que no sirve, tiene suerte y se convierte en algo visible.
Entrada del MUNCYT (A Coruña).

Recuperar un objeto, restaurarlo y darle de nuevo vida, es algo que en la mayoría de las ocasiones da satisfacción a propios y extraños, y de repente, vuelve a la vida para fijarse en la memoria colectiva, como un icono.


Existen fronteras, entre la belleza y lo decadente.

Saber ver "belleza", donde es difícil es el reto más grande al que puede someterse un espectador. ¿Os atrevéis a ver el "óxido", con otros ojos?. 

Ahí os dejo el reto.







sábado, 7 de enero de 2017

Descubriendo Soutomerille (Castroverde-Lugo)

Empieza un nuevo año, y con el uno intenta por todos los medios cumplir las promesas que se hace a sí mismo,  dije que intentaría retomar el blog, y aquí estamos. Espero que lo disfruten.

En el año 2012, hice una entrada con fotos de la localidad lucense de Castroverde. No se me ocurre mejor manera que retomar la actividad de este humilde blog, que con nuevas fotografías de esta fantástica tierra, un lugar mágico lleno de patrimonio, tanto cultural como ambiental, que lucha por sobrevivir, en un mundo cada vez más complicado para la cultura y para el medio ambiente.


En la parroquia de Soutomerille, los caminos conservan lo más auténtico de los bosques autóctonos de la Galicia más profunda. Donde no es difícil imaginar aquelarres de meigas y hechizos mágicos que nos trasladan a otro tiempo.


El tiempo parece detenerse en estos parajes que no dejan indiferente a nadie.


Flores silvestres, acompañan por doquier al visitante, con la esperanza de que nadie les perturbe y les respete, y como muestra de la impresionante variedad y riqueza natural.


También es fácil ver setas y otros hongos.


El Camino de Santiago, forma parte del paisaje de Castroverde, concretamente el Camino Primitivo, merece mucho la pena, hacer unos cuantos metros más para poder ver la fantástica capilla de Soutomerille.


En el ábside de la capilla, se pueden observar restos de prerrománico con unas primitivas formas muy características de este estilo arquitectónico.


La fachada de estilo Barroco, es muy austera, pero de una belleza indiscutible.


Detalle de los magníficos contrafuertes de la capilla consagrada a San Salvador.

Actualmente, esta construcción se encuentra en un estado de conservación muy complicado, amén de haber sufrido varios robos y ataques. 
En la prensa local, se hicieron eco de la situación: "Soutomerille, el pueblo que agoniza".

Mi intención no es buscar ni culpables de esta situación ni generar más polémica, única y exclusivamente es llamar la atención sobre un patrimonio, que no podemos ni debemos dejar deteriorar más, puesto que las futuras generaciones nos juzgarán por ello. 

Gracias por vuestro interés y que el nuevo año, nos traiga a todos más conciencia para mantener y conservar el patrimonio.
Un cordial saludo.